
“La ansiedad titubeó antes de responder: “sólo trato de protegerte, de prepararte para lo peor” ¡HOLA, SOY TU ANSIEDAD! Adamary Carolina López Rodríguez Era un día soleado como cualquier otro, mientras caminaba por el parque cuando la ansiedad susurró a mi oído: “¿Y si algo sale mal?”. Sus palabras tan simples, pero tan atemorizantes, se entrelazaron con el murmullo del viento, creando una sinfonía de preocupaciones. Traté de ignorarla, pero su presencia era persistente, convirtiéndose en una sombra que oscurecía mi tranquilidad. Mientras me sentaba en un banco, la ansiedad se intensificó, mis manos sudaban, mi pecho se comprimía. Yo sabía y reconocía dicha sensación, sin embargo, su presencia sobre mí parecía ser más fuerte que cualquier otra cosa. Ella susurró de nuevo “¿Y si no eres suficiente?”. Mis pensamientos comentaron a girar en espiral, atrapados en un torbellino de miedos y dudas. Intenté respirar profundo, pero la ansiedad tej...