“El “toque”, modo o forma que implementamos al momento de realizar alguna actividad, corresponde a un estilo de vida”
CULTURA ES TODO LO QUE HACEMOS
Alma Jacqueline Olea Félix
Hoy sé que no sé casi nada sobre cultura. Digo casi
porque alguna que otra idea acertada ronda en mi cabeza, pues desde primaria,
que recuerdo haber escuchado por primera vez la palabra cultura y haber
estudiado sobre los pueblos indígenas de México y las festividades que año con
año se celebran en nuestro país, he construido una definición que se reduce a
lo representativo de un grupo, es decir, a ese conjunto de ideas,
conocimientos, tradiciones, costumbres y estilos de vida que caracterizan a un
determinado grupo social y que han sido transmitidas y modificadas de
generación en generación. Y unos podrían
pensar que sí, que eso es la cultura y en realidad sí forma parte de lo que es
cultura, pero ¿cómo puedo explicar que eso es sólo un partecita de una extensa
definición de muchas más definiciones que a la vez comparten una misma esencia?
Mi pregunta es evidencia de lo enredada que estoy en
este momento, pero me surgió al leer la concepción antropológica de la cultura,
porque déjenme decirles que la definición varía según de donde la veas y, en
este caso, es desde el estudio del ser humano, es decir, la antropología. La
cual nos dice que cultura son todas aquellas “expresiones y realizaciones de la
vida del hombre en sociedad”. Lo primero que me viene a la mente es que ¡la
cultura es todo! Porque si hablamos de expresiones, nos estamos refiriendo a
todo lo que el ser humano transmite, hace o crea. Y eso es todo lo que las
personas hacemos todo el tiempo. Entonces, ¿todo lo que hacemos es cultura?
Pregunta que no me puedo sacar de la cabeza porque no
sé si tengo la respuesta. Me encuentro en un dilema, pues por una parte puedo
decir que sí, que todo lo que hace el ser humano es cultura, pero a la vez sé
que no todo está bien visto o aceptado como tal o, lo que para mí es cultura,
para los demás puede no serlo. Lo que sí sé es que lo importante de lo que
hacemos es el cómo lo hacemos, es decir, el modo de realizar nuestras
actividades, eso es lo que hará la diferencia que nos caracterizará como
miembros de una sociedad. Todos nos alimentamos, pero no de la misma forma,
pues dependiendo de las necesidades de cada individuo y, a su vez, del espacio geográfico
en el que se encuentre, la manera en la que se desenvuelve, será diferente.
Pero ¿cómo adoptamos esa peculiaridad al comer, vestir o hablar? Gracias a la
herencia y socialización, porque la cultura se transmite de generación en
generación y nuestros ancestros aprendieron un modo de vida de acuerdo a sus
necesidades de época, el cual compartieron con su descendencia, así, creando un
hábito.
Desde esta perspectiva, la cultura es cómo los seres
humanos responden a sus mismas exigencias, cómo cubren sus necesidades. Los
productos del ser humano son cultura. Los conocimientos, las obras artísticas,
la danza, la música, los poemas, los escritos y demás bienes materiales y
espirituales que hoy conforman la cultura de la sociedad, en su momento, fueron
una creación ante una necesidad, ante la demanda de una o varias personas.
La cultura varía dependiendo el lugar en el que nos
encontremos y aunque nosotros, seres humanos pertenecemos a la misma especie,
pensamos y actuamos distinto. Nuestra forma de pensar, de actuar y de ser, en
general, nos caracteriza y es mediante la socialización que encontraremos
personas que coincidan con nosotros, lo que irá formando grupos con
determinados estilos de vida y, por ende, diferentes culturas.
El “toque”, modo o forma que implementamos al momento
de realizar alguna actividad, corresponde a un estilo de vida. Y la cultura
puede entenderse como estilo de vida, refiriéndose a la peculiaridad que tiene
nuestra manera de vivir, pues la forma en la que actuamos en la sociedad, nos
caracteriza y, a la vez, distingue a las personas con las que socializamos.
Desde esta concepción antropológica, todos somos seres
culturales, porque contamos con un estilo de vida característico. Mi esencia,
mi forma de escribir, de pintar, de hablar, caminar, comer o vestir, es lo que
me hace diferente y, al mismo tiempo, perteneciente y creadora de cultura. Sin
embargo, no todos somos cultos, menos desde una postura humanista, puesto que dicha
postura considera que lo importante es lo que hacemos con los bienes
culturales, lo que hacemos con lo que heredamos, pues se trata de cumplir con
estándares de excelencia; mientras que en la mirada antropológica se reconoce la
forma de vida de cada grupo y cómo cubren con sus necesidades como seres
humanos.
Y, repito, no es el qué hacemos sino el cómo lo
hacemos. Todos podemos pintar, pero sólo sobresalen esos que al pintar reflejan
su esencia, su manera diferente de apreciar el arte, su técnica, por lo que la cultura
tiene que ver con mostrar que, aunque pertenecemos a un determinado grupo de
acuerdo a nuestros estilos y características de vida, debemos mostrar lo
diferente que somos y mostrar al resto ese modo de vivir que se adapta a
nuestras necesidades.
Las costumbres, tradiciones, hábitos, valores e
ideologías que distingue a un grupo, tienen un propósito, fueron creadas y
compartidas de generación en generación para conocer, aprender y preservar cómo
es que vivían nuestros familiares. Hoy conservamos un poco de todos esos
estilos de vida que tenían nuestros ancestros, por lo que hay que prestar
atención a lo que expresamos y realizamos ahora porque, en el futuro, pueden
ser parte de la cultura de las próximas generaciones.
Comentarios
Alma Jacqueline, sí, todo lo que hacemos es cultura; aunque no se le considere con el mismo nivel de complejidad, según los contextos en los que se desarrolle nuestra actividad. Miradas Humanistas difieren de las miradas antropológicas y perfilan diferentes, aunque complementarios Estilos de Vida Cultural para los grupos sociales y para las personas que los constituyen.
Aquí, en tu texto, Alma Jacqueline, lo que importa es que empiezas a cobrar conciencia de tu compromiso socio-cultural en los ámbitos en los que te relacionas y en los que tu personalidad se construye y se afirma con cada acto que realices.
Saludos, José Manuel Frías Sarmiento