“El problema es cuando nos sentimos el Personaje Secundario en nuestra propia historia, cuando sientes que eres tan insignificante y comienzas a darle más importancia a los demás”
PERSONAJES SECUNDARIOS
Gloria Guadalupe Correa Ochoa
¿Te has dado
cuenta de lo vago que podemos ser en la vida de muchas personas?
Muchas amistades suelen
ser falsas, algunos amores son para ratos o para llenar un vacío, los
sentimientos son desechables, las personas somos totalmente reemplazables en la
vida de los demás.
Mentimos para
salvarnos a nosotros mismos, jugamos con los sentimientos porque jugaron con
los nuestros, todos tuvimos esa etapa en la que nos volvimos más fuertes
después de que nos trataron como basura y recobramos la conciencia de lo que
somos; pero, al mismo tiempo, nos distorsionamos… Creemos que podemos ser lo
mejor del mundo, como si el mundo nos perteneciera, tratamos a las personas
como si fueran cualquier cosa, crece nuestro delirio de grandeza y nuestro egocentrismo
al borde del narcicismo.
Estamos obsesionados
con ser especiales para las personas y no nos damos cuenta de las intenciones
de ellas.
Creo que somos básicos
en la vida de las personas o que somos importantes por momentos, necesitamos
tener personas en nuestras vidas y pasar por muchas cosas al igual que ellos…
Necesitamos tener amigos falsos para aprender a no confiar fácilmente en las
personas, necesitamos ser apuñalados por la espalda por las personas que
queremos para crear un callo emocional o… Tal vez estoy equivocando la palabra y no es
necesidad, sino que tenemos que pasar por todo eso, o que podríamos pasar por
eso y está bien.
Somos como un
juego de ajedrez en la vida de las personas, a algunos nos toca ser uno de los Peones
y somos los primeros que en ser utilizados para comenzar el juego; la meta es
ser exitosos, siempre siendo utilizados por el jugador. Otras veces, nos tocará
ser una pieza más significativa, como el Caballo, como estrategia de bloqueo,
siempre protegiendo al Rey. Y en otras, nos tocará ser la Dama y proteger a
toda costa a Rey.
Está bien ser un
blanco fácil, ser una persona utilizada; tal vez, también ser la risión de las
personas. Está bien ser inocentes y creer que todo es de color rosa, con
florecitas y corazoncitos florando en el aire; eso quiere decir que somos
humanos, un tanto ingenuos, pero de corazón noble y sensible.
Ahora… El problema
es cuando nos sentimos el Personaje Secundario en nuestra propia historia,
cuando sientes que eres tan insignificante y comienzas a darle más importancia
a los demás, cuando te encierras en una burbuja tan pero tan pequeñita que con
un roce de las personas puedes quebrarte, cuando les das el poder de controlar
lo que eres, lo que sientes, tus comportamientos, tus acciones, esa influencia
que tienen las personas en ti… ¡Duele de puta madre!
Esa sensación de
sentirte vacío, solo, intranquilo, con insomnio, sobre pensando las cosas y
dándole vueltas a otras; de esas veces que miras las estrellas y les pides una
respuesta que ya sabes pero que no quieres tomar, de esas situaciones en las
que miras desde la ventana que le da la luz de la noche a tu cama y miras las
hojas de los árboles agitarse con el aire y, al mismo tiempo, suspiras como si
fuera la última vez, sin darte cuenta que pequeñas gotas ruedan por tus
mejillas y tu vista se nubla hasta cerrar ligeramente los ojos y dejar salir las
lágrimas.
O esas veces que prefieres estar solo o, al comer con tu familia, te vas de viaje astral, sentado en la silla del comedor, y tus sentimientos se juntan y comienzas a reprimir lo que sientes mientras te dices en el silencio de tus pensamientos ¡No llores, no llores, no llores! Y después te lo dices como en forma de reclamo ¡NO LLORES!
Comentarios
Gloria, todos en la vida necesitamos ser Protagonistas de nuestras historias, aun y cuando por estrategia, juguemos un papel secundario para permitir que los demás se animen a participar con fuerza, con valentía y con la decisión y el talento que no les han permitido manifestar. Pero entiendo por dónde va tu mirada y tu sentir. Y ahí coincido con tu final, Ya basta de llorar, ¿qué tal si mejor tomamos el toro por los cuernos y damos una vuelta airosa por el redondel? Porque si lo permitimos, siempre seremos ubicados en papeles de personajes secundarios en la obra de nuestra propia vida. Y eso, pos nomás no.
Saludos, José Manuel Frías Sarmiento.