“Ni el gran Ricardo Perret / Ni el locuaz César Lozano / Le ganaron a Lizbeth / Hablando en el Camposanto”
CALAVERA DE LIZBETH
José Manuel Frías Sarmiento
Para coaching de oratoria
La Muerte buscó a Lizbeth
Pues al dueño del Panteón
Siempre le hablaba al revés
Ella quería rapidito
Convertirse en oradora
Y apantallar a los Muertos
Con sus frases Matadoras
Lizbeth la miró a los ojos
Y le dijo claro y fuerte
Ya pórtate como alumna
No importa que seas la Muerte
No hables acelerado
O al panteón te irás de un paso
Habla y respira profundo
Vocaliza despacito
Mira a la gente de frente
Y camina derechito
Mueve la cara y las manos
Apréndete bien el texto
Haz que la gente te mire
En vez de caerse Muertos
Es que eso mero es lo que hago
Matarlos dijo la Muerte
Yo nomás llego y los Mató
Y no sé hablar diferente
Ah pues entonces aprende
De oratoria este secreto
Si sabes hablar bonito
El Panteón tendrás repleto
La Muerte en cinco sesiones
Que hasta eso no son muy caras
Salió afilando palabras
Con su filosa Guadaña
Y Lizbeth allá en su Estudio
Salió y apagó la luz
Viendo a La Muerte alejarse
Y meterse en su Ataúd
Una más que desde hoy
Deja de tartamudear
Y mejor aquí le corto
No vaya a Resucitar
Con porte muy elegante
Y una mirada serena
Lizbeth convenció a La Muerte
Que para hablar era buena
Y es que La Flaca deseaba
Llevarla pal Cementerio
Pero Lizbeth la enseñó
A hacer discursos en serio
Ni el gran Ricardo Perret
Ni el locuaz César Lozano
Le ganaron a Lizbeth
Hablando en el Camposanto
Y es que aquellos explicaban
De memoria y corridito
Y Lizbeth en el Panteón
Hablaba con los Muertitos
Su técnica más perrona
Era hablar con la verdad
Para lograr que La Muerte
No se las pueda llevar
Tú nomás tírale un rollo
Que yo te voy a enseñar
Y su labia y su discurso
Al Panteón irá a Enterrar
Y ya mirando a La Muerte
Diplomada en Oratoria
Cerró su estudio en la Torre
Y hoy mil Calacas la Lloran
¿Por qué cerró las sesiones
Que siempre hacía en Navidad?
Porque el Covid hasta en fotos
Es capaz de contagiar
Por eso mejor ahora
Es la coach Número Uno
De Mil Difuntos tan listos
Que no reprueba ninguno
Pero ya saben que siempre
Hay que buscar lo mejor
Y por eso es que Lizbeth
Ya se cambió de Panteón
Ahora se luce enseñando
A hacer discursos tan chilos
Que muchos Muertos la escuchan
Y Fallecen muy tranquilos
Y ya que aprendieron tanto
Dijo Lizbeth la Maestra
Mejor ya no digo nada
Y en mi Tumba caigo Muerta
RIP
Comentarios
En fin, mi hija siempre será la mejor y para ella son estas estrofas de versos mal y bien rimados
Saludos, su amigo, José Manuel Frías Sarmiento
Felicitaciones para el autor y la musa inspiradora.
Saludos. Vida y aprendizaje.
Saludos cordiales a padre e hija.