“Soñar que estamos volando como un pájaro, significa que nos sentimos libre y estamos en un momento de plenitud en el que hacemos lo que queremos y con éxito”
EL GUARDIÁN DEL
BOSQUE
Luis Damián Bernal
Millán
¡Qué
raro sueño tuve anoche! Habiendo tantas cosas en las que pude soñar, insisto
¡qué raro sueño! Pude soñar con riquezas o que tenía poder, mucho poder; y no
me refiero al poder que tienen los millonarios como Carlos Slim, no, más bien,
me refiero al poder para cambiar el modo de pensar y actuar de algunas
personas. Pude haber soñado que jugaba a cambiar al mundo y decirle a un
policía: “Ya no le vas a quitar el dinero a las personas que apenas ellos saben
el esfuerzo que les costó ganar, ya déjate de mordidas y ponte a hacer tu
trabajo que es el de proteger, ayudar y no el de fregar a la gente. Y cuando
escuches balazos para el sur no corras hacia el norte, ve a socorrer a los
heridos y a detener a los agresores”.
Y a
los médicos del ISSSTE y del IMSS les diría: “Bueno, ustedes van a poner todo
su empeño en salvar las vidas de los enfermos; no piensen en cuanto dinero van
a ganar, actúen de inmediato ya que tonteras como ésas pueden hacer que mueran
los pacientes. Luchen por la vida de las personas porque es su razón de ser y
por lo que en algún momento juraron anteponer ante cualquier otra situación.
También
pude haber soñado que era uno de esos Jeques árabes y que tenía diez esposas, a
las que las llamaba por número: ¡A ver, Número Siete, córtame las uñas del pie
izquierdo; y tú, Ocho, las del pie derecho; la que lo haga mejor será mi
patiquiurista de cabecera! Número Seis, dame un masaje; Número Cuatro, cántame
una canción de cuna, mientras Número Nueve me hace piojito porque ya me voy a
dormir. ¡Qué divertido sería, verdad! Si eres hombre seguro te gustó la idea;
pero si eres mujer yo creo que no tanto, pero no entremos en debate, al fin y
al cabo, ni soñé eso. ¡Yo soñé que volaba!
Fue
el sueño más hermoso y que jamás había tenido. Ahí estaba yo, en lo alto de una
colina o en la copa de un árbol, observando el maravilloso paisaje que tenía
enfrente: era un gran campo de pasto verde, me tiraba al vacío sin miedo
alguno, sólo extendía mis brazos, mientras un fresco y arrullador aire me llevaba
por la campiña, y retornaba al mismo lugar para seguir admirando mi paraíso. Me
invadía una paz infinita y entré en un profundo estado de relajación. No
recuerdo si desperté, si empecé a soñar otra cosa o entré en shock, sólo sé que
al despertar en la mañana empecé a recordar tan bella experiencia. Me sentía
como cuando volvemos de un viaje placentero y no queremos regresar a nuestra
vida cotidiana.
En
ésas estaba, cuando me llegó una preocupación, ¿no me estaría muriendo anoche?
¡Pero no miré ninguna luz! Ya ven que dicen que las personas cuando se están
muriendo miran y siguen una luz, esta idea me animaba ya que yo no miré
ninguna; pero me acordé que la esposa de un tío que ya murió, en una ocasión me
platicó que una de tantas veces que la llevaban al Seguro ya casi muerta,
sentía que caía lentamente por un abismo y escuchaba a lo lejos el ruido de un
motor; ah, caray, cuando me aventaba de lo alto y extendía mis brazos para
volar ¿no estaría cayendo al abismo? La idea de que no había escuchado ningún
motor en mi sueño también me animaba. Pero aun así me quedé con el pendiente,
entonces me levanté, estiré los brazos y las piernas, hice sentadillas, di dos
o tres saltos y todo estaba bien.
Aun
así, en cuanto pude fui al ciber a investigar el significado de mi sueño.
Llegué al lugar, renté una máquina y escribí: ¿Qué significa soñar que vuelas?
Como era de esperarse, había muchas respuestas a mi interrogante, pero hubo dos
que se acercaban a mi sueño. Una de ellas decía: “Soñar que estamos volando
libremente como un pájaro, significa que nos sentimos libre y estamos en un
momento de plenitud en el que hacemos lo que queremos y con éxito”. La otra
respuesta decía que “Soñar que vuelas sobre un bosque verde significa que estás
por conseguir eso por lo que llevas tiempo luchando, es decir, alcanzar la meta
que se ha propuesto”.
Al
leer estas respuestas empecé a entender mi sueño y lo relacioné con mi familia,
con mi vida, con mi estudio, con mis sueños. El sueño me hizo recordar que
estoy volando para alcanzar mis metas y que tengo las alas para lograrlo. Que
el pasto verde es la hermosa familia que tengo y que, cuando me iba a lo alto a
contemplar el paisaje, estaba asegurándome de que todo estaba bien y que no le
faltaba nada. Y lo hago con gusto porque soy el guardián de este maravilloso
bosque.
Comentarios
Los sueños, estimado Luis Damián, son los proyectos que construimos del futuro que se empieza a concretar al imaginarlo con fuerte decisión. Por eso, es importante soñar y poner atención a los sueños propios y a los de las personas que amamos.
Y, también, en las Escuelas, las Autoridades y los Profesores deberían de estar atentos y apoyar los sueños de sus alumnos y de otros profesores que piensan distinto a lo establecido, porque de esos sueños es de donde se alimentan la innovación y la creatividad.
Saludos, José Manuel Frías Sarmiento
Aqui desarrollaste un buen texto en el que como mencionas, despues de todo lo que pudiste haber sonado , se aparece todo lo duro que has trabajado y se va cumpliendo.
Te mando saludos.
Déjeme decirte que el texto me ha causado buen humor con eso de que:¡A ver, Número Siete, córtame las uñas del pie izquierdo; y tú, Ocho, las del pie derecho; la que lo haga mejor será mi patiquiurista de cabecera! Número Seis, dame un masaje; Número Cuatro, cántame una canción de cuna, mientras Número Nueve me hace piojito porque ya me voy a dormir. ¡Qué divertido sería, verdad!... También si fuera al revés.
Los sueños, para mi son misteriosos. El inconsciente los trae cuando somos presa fácil, supongo.
Lo felicito por seguir escribiendo.
Saludos cordiales.